viernes, 29 de abril de 2011

Accidente Concorde

El vuelo 4590 de Air France del 25 de julio de 2000 partió del Aeropuerto de París-Charles de Gaulle cerca de París, Francia, con rumbo al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York, Estados Unidos. Ese día, el Concorde francés sufrió un accidente al despegar y se estrelló en Gonesse, Francia. Fue el primer y único accidente de un Concorde, terminando con más de treinta años de impecable historial de la famosa aeronave supersónica.[1]
Los cien pasajeros del avión, nueve miembros de la tripulación y cuatro civiles en tierra murieron.[2] [3]
Era un vuelo chárter de la compañía alemana Peter Deilmann Cruises y todos los pasajeros iban a embarcar en el crucero MS Deutschland[4] [5] en Nueva York para un crucero de dieciséis días que habría acabado en Manta, Ecuador.

Un McDonnell Douglas DC-10 de Continental Airlines perdió una banda de titanio de unos 3 cm de ancho y 43 cm de largo durante el despegue desde el aeropuerto Charles de Gaulle.[6]
Unos cinco minutos después, durante la posterior carrera de despegue del Concorde y tras pasar V1 la pieza metálica —que todavía se encontraba en la pista— rompió la llanta de la rueda 2, que explotó. Una parte de la llanta (de unos 4,5 kg) golpeó la parte baja del ala izquierda del avión a más de 300 km/h. Este impacto envió una onda de presión que eventualmente rompería desde dentro el depósito de combustible número 5 en su punto más débil, justo encima del tren de aterrizaje. El combustible contenido en ese depósito comenzó a derramarse sobre el ala, entrando en llamas en los segundos posteriores. Las causas por las que el combustible prendió no están claras. Sin embargo, hay dos hipótesis al respecto aceptadas en el informe de investigación que siguió al accidente: ignición por un arco eléctrico o por el contacto con las secciones calientes del motor. Ambas cuentan con argumentos tanto a favor como en contra.[3]
En el momento de la ignición, los motores 1 y 2 perdieron potencia; la potencia total de los cuatro motores llegó a ser en esos momentos del 50%, aportada principalmente por los motores 3 y 4. El motor 1 pareció recuperar potencia durante los segundos siguientes, mientras que el 2 siguió funcionando mal. El avión consiguió despegar poco después.
En los momentos posteriores, el ingeniero de vuelo solicitó el apagado del motor 2. En el mismo segundo, el capitán dio orden de que se activara el procedimiento contra fuego en los motores. El capitán todavía no podía ver las llamas, aunque era consciente de que los motores 1 y 2 perdían potencia. Segundos después, el controlador de torre divisó fuego en la parte trasera del avión y notificó al capitán, informándole de que tenía prioridad para volver a la pista.[3]
El primer oficial notificó al capitán que la velocidad en ese momento era de 200 kt/370 km/h a una altitud de 60 m —la velocidad a la que el avión ya no asciende, disponiendo sólo de tres motores, era de 205 kt y la óptima para el ascenso en esas condiciones era de 220 kt—. El mismo tripulante se percató de que el tren de aterrizaje no respondía a las órdenes de recogida.
Para entonces la tripulación intentaba dirigirse al Aeropuerto de París-Le Bourget, más cercano, para intentar un aterrizaje de emergencia. El fuego hizo que el ala izquierda se fundiera, causando que el avión virara sobre sí mismo y se precipitara contra el suelo.
Finalmente, el avión no pudo conseguirlo y se estrelló contra el hotel Les Relais Bleus en La Patte d'Oie, Gonesse, destruyendo el hotel, matando a 4 personas que se encontraban en él y provocando un incendio

Investigación del accidente

La investigación oficial fue dirigida por el Gabinete de Investigación de Accidentes francés, la BEA.[3] Se concluyó que la causa del accidente una banda de titanio, parte de un inversor de potencia, que se desprendió de un DC-10 de Continental Airlines (vuelo 55 de Continental Airlines) que había despegado hacia Newark desde la misma pista unos minutos antes. Este pieza de titanio perforó una llanta del Concorde, que se desintegró. Uno de los trozos de caucho del neumático golpeó el depósito de combustible y rompió un cable eléctrico. El impacto causó en el depósito una brecha por la que se liberó combustible, que se prendió inmediatamente después.[3]
La tripulación apagó el motor número dos en respuesta a un aviso de incendio, pero fueron incapaces de recoger el tren de aterrizaje, lo que afectó a la capacidad del avión para ascender. El motor número uno también fallaba y producía poca energía, por lo que la aeronave no podía ni ascender ni ganar velocidad, lo que hizo que poco después colisionara contra un hotel en Gonesse.
De acuerdo al informe de investigación, la pieza de titanio del DC-10 no fue aprobada por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos.[3]
Otro desecho de llanta cortó los cables del tren de aterrizaje izquierdo, bloqueándolo. Los cables crearon chispas que encendieron el combustible derramado sobre los motores. En el momento en que comenzó el incendio, el piloto no podía abortar el despegue, por lo que intentó llegar al aeropuerto de París-Le Bourget. Sin embargo, las altas temperaturas provocadas por el incendio (más de 1.000 °C) hicieron que los soportes del ala comenzaran a fundirse, provocando el colapso del avión.
El Concorde terminó su era de servicio después de este accidente y se comenzó un programa de retiro de las pistas.[7] El 26 de noviembre de 2003, se realizó el último vuelo del Concorde, realizado por un avión de British Airways, registrado G-BOAF.[8]

No hay comentarios:

Publicar un comentario